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(Español) Anne Luz Castellanos: de la literatura a la joyería contemporánea
Estefanía Radnic
comunidadpanarte@gmail.com

Anne Luz Castellanos joyera de origen franco-mexicana, que reside en Buenos Aires y forma parte de nuestra Panera fue invitada a participar del proyecto de Ofelia Murrieta y Andrés Fonseca presentado en el marco de la III Bienal Latinoamericana de Joyería Contemporánea para homenajear, en su 62 aniversario, a la reconocida colección “SEPAN CUANTOS…” de la editorial mexicana Porrúa.

Ph. Damian Wasser

La consigna era utilizar como materia principal de producción alguno de los libros de la colección: regresar a los libros y en sus recónditos espacios encontrar las formas y texturas que conviertan historias en piezas que utilizan al cuerpo como soporte, los objetos creados terminarán siendo frases y palabras que crezcan en los cuerpos.

Cuando Anne Luz recibió la invitación estaba en Mexico visitando a su familia a tres días de regresar a Buenos Aires. Enseguida se puso manos a la obra para encarar el proyecto: sería para ella la posibilidad de « ponerle color, color mexicano a mi pieza y salir de las gamas neutras con las que venía trabajando. Hace ya unos años reutilizo en mis piezas instrumentos rotos, así que mucha madera, colores naturales »

Ese fin de semana, tenía comida de despedida con sus tíos y primos y les contó acerca de este proyecto. Una de sus tías le regaló la novela del escritor, dramaturgo y poeta británico-irlandés Oscar Wilde, «El Fantasma de Canterville» (publicado por primera vez en 1887) sabiendo que no regresaría en buen estado pues Anne Luz tenía que usarlo ( en su dimensión material incluída).

Libro El fantasma de Canterville. Colección “Sepan cuantos…” Editorial Porrúa. 1998 © Gentileza de la artista

« Aparte de joyería me gusta hacer ilustraciones, que dialogan y complementan mis piezas de piano, las hago con collage. Busqué el libro viejito que venía usando para este fin (antes de utilizar las páginas del propio libro de la editorial Porrúa). Ahí me di cuenta que la protagonista de “El Rosal de las ruinas” se llama Leonor, igual que la Esposa de Sir Simon de Canterville, que era “poco agraciada y simplona. Nunca pudo almidonar bien mis puños, y no sabía nada de cocina.” Motivos por los cuales su marido la asesinó.

Primera resonancia que aparece entre los dos libros.

Libro que Anne Luz había utilizado para sus ilustraciones © Gentileza de la artista

Entonces Anne Luz empezó a recortar y a recopilar el nombre Leonor todas las veces que aparecía en el « Rosal de las ruinas ». Ahí se produce una triste coincidencia que le sirvió como disparador cargado de contenido: « Dio la casualidad que obtuve 65 papelitos. Edad a la que mataron a Caro, prima de mi papa, hace 4 años en Oaxaca sin causa, sin motivo aparente y que a la fecha no se sabe ni quién ni porqué, como miles de estos casos nunca se sabrá. Asique decidí llevar mi pieza por este camino y con especial dedicatoria a Caro… »

© Gentileza de la artista

Por otro lado « En la historia hay una lucha diaria por la aparición de las manchas de sangre que se encargan los nuevos dueños de limpiar y que el fantasma se obsesiona con volver a pintar todos los días. Para eso, se va robando las pinturas de Virginia Otis, la hija menor de la familia. »

A partir de eso se animó a intervenir una de las últimas páginas del libro del Fantasma  « porque como a muchos, no me gusta ni me dan ganas de romper libros, como tampoco me gusta que estén matando mujeres por no saber planchar ni cocinar. Por un tiempo tuve esta dicotomía. »

 

© Gentileza de la artista

Anne Luz tenía en su taller una parte de la pata del piano destrozado con el que viene trabajando hace 4 años, eso la remite « al castillo de la novela del Fantasma, la idea de opulencia, la biblioteca, y a un piano que no podía faltar en ese escenario».

© Gentileza de la artista

Entonces « corté la madera de forma rectangular haciendo alusión a un marco, porque cuántas veces no hemos escuchado, esta chica, esta mujer es una pinturita y me viene a la mente la cosificación de la mujer. »

« Por otro lado, tomé una de mis piezas de plata, un dije, que desesmalté y maltraté a golpes y sin recaudo alguno para darle esta forma de cuenco, cazuela, relacionada a lo femenino que terminó quebrándose, lo hice sufrir. »Anne Luz unió el cuenco de metal golpeado al pedazo de piano.

© Gentileza de la artista

Pensando en que « somos 5 mujeres en mi familia, busqué el capítulo V para intervenir, casualmente o para mi sorpresa, es el pasaje en donde Oscar Wilde cuenta por qué el fantasma había matado a su esposa … Intervine la página con todos los marcadores y plumones, pinturas rojas que encontré en casa. Puse una mancha verde esmeralda porque Virginia (hija de los nuevos dueños americanos del castillo) le reclama al fantasma que hasta ese color le había robado para pintar las manchas en el piso de la biblioteca.”

© Gentileza de la artista
© Gentileza de la artista

“Fui pegando las manchas en el soporte de metal y fui formando esta especie de rosa. En ese momento, lo primero que se me vino a la cabeza fue, esta idea muy difundida en México de que “a la mujeres, no se les toca ni con el pétalo de una rosa”.

© Gentileza de la artista

Sobre la madera fue pegando los Leonor de la obra de teatro, personaje que también había muerto.

“Me gusta pensar que estas capas de papel, tanto el nombre repetido de Leonor como los pétalos, simbolizan el paso del tiempo, los ciclos de la vida, tan ligados a lo femenino y a una necesidad de refundar un pacto de amor entre hombres y mujeres »

Ph. Damian Wasser

Así, en un proceso de construcción de idas y vueltas, en el que se fueron tejiendo ideas y conceptos, que también tienen que ver con la nostalgia del desarraigo y la migración, Anne Luz concibió esta obra de una gran belleza que en su delicadeza carga significaciones densas y complejas.

Ph. Damian Wasser
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